Cuando te adopta un Animal, permites que tu vida sea invadida por un
raudal de amor proveniente de ese ser con forma aparentemente extraña,
peludo, cubierto de plumas o con escamas, que no usa tus palabras ni lo
necesita, pero que ansía comunicarse contigo cuando estés dispuesto a escucharle con atención, en cuanto comprendas qué es la humildad.
Cuando te adopta un Animal, descubres lo limpia que puede ser una mirada, te recuerda la inocencia que tenías en tu infancia.
Cuando te adopta un Animal, te ayuda a conocerte, por peligroso que te
parezca, porque emprendes la mayor y más relevante de las aventuras.
Cuando te adopta un Animal, las posesiones materiales, que a él no le
interesan en absoluto, a ti te parecerán cada vez más superficiales,
porque su compañía y su amistad se convierten en el mayor tesoro y eso
lo sabes por las moralejas de los cuentos, pero no te lo crees hasta que
te pasa.
Cuando te adopta un Animal, te sientes empujado a
disfrutar de las cosas sencillas, lejos de las drogas alienantes
sociales, porque el contacto contigo mismo tiene más sentido que el
ruido que te rodea y le haces frente al miedo.
Cuando te adopta
un Animal, las caricias toman una nueva dimensión, su pureza y ganas de
jugar se contagian, recuperas sensaciones que tu ego y tu rol social te
hacían olvidar.
Cuando te adopta un Animal, te cuestionas si comer Animales es tan necesario en tu dieta como te habían hecho creer.
Cuando te adopta un Animal, tu alma deja de sentirse aislada de la
Madre Naturaleza y del Cosmos, te reconectas: tu respiración cambia, tu
corazón se serena, tu salud mejora, porque los Hermanos Animales (y
Vegetales) son Sanadores y su energía es bálsamo para las heridas más
profundas.
Cuando te adopta un Animal, lo hace hasta el final
de sus días aquí y por lo general su regreso al espacio donde anidan las
almas se produce antes de nuestra partida. Pero la separación es una
ilusión, no existe, siempre estaréis unidos desde el centro de vuestros
corazones, porque ese es su lugar de entrada en tu vida.
Cuando
te adopta un Animal, te enseña a no juzgar incluso a quienes le
maltrataron en el pasado, porque ahora está compartiendo contigo la
experiencia más maravillosa, la única que importa: Amar.
Cuando
te adopta un Animal, te ofrece una ventana única para asomarte al mundo
y de manera casi inconsciente sabes que son grandes Maestros a pesar
del tamaño que ves a simple vista, comienza así una oportunidad
extraordinaria para que tu evolución personal sea un hecho y perseveres
guiado por su amor en tu viaje al Centro.
Cuando te adopta un
Animal, te conviertes en reincidente y adoptas más, o les permites
entrar en tu casa y acompañarte en tu Camino, porque el amor que brota
en ti hacia ese Animal es tan contagioso que se expande a las demás
formas de vida, capaz con su Poder de transformarte como miembro de una
humanidad consciente.
Cuando te adopta un Animal, en el Ojo de
tu corazón surge con fuerza la esperanza de que despiertes y mires a
través de él para comprender la Verdad y trascender así la mente que
gobierna a la mayoría.
Cuando te adopta un Animal, recuerdas
que el paso por esta vida contiene todo un Sentido Sagrado, que es el
aprendizaje gracias a la experiencia de Vida.
Cuando te adopta un Animal, enhorabuena, eres honrado con un regalo del Cielo en la Tierra digno de la gratitud más sincera.
Por eso, si te dejas adoptar por un Animal, ten todo esto presente y
cuídale como una parte más de ti, escúchale y habla con él, elige ser
guardián de las formas de vida expuestas a la necesidad humana, y aboga
por un mundo donde el amor que ellos nos transmiten sea lo que
prevalezca.